El 31 de Agosto 2020 se cumplieron 150 años del natalicio de María Montessori, mujer italiana de nacimiento, pero a quien años más tarde cuando estuvo exiliada de su país, le preguntaron por su nacionalidad, ella respondió que era «ciudadana del mundo».

María Montessori, desde muy joven mostró impulso por superar desafíos y discriminaciones de género, primero cuando quiso estudiar ingeniería a los 14 años y luego cuando decidió entrar a la  Escuela de Medicina, en ese episodio de su vida, se dice que intervino el Papa León XII en su favor , diciendo que “no conocía autoridad capaz de negar la misión de curación de una mujer”. En ese empeño se dice que fue la primera mujer médico en Italia, pero hay otros escritos que dicen que fue la segunda, en ambos casos nos parece que quienes abrieron el camino, sortearon varios obstáculos de la época.

Aunque es conocida principalmente como pedagoga,  nos parece importante agregar que ella estudió medicina, psicología, psiquiatría, filosofía, ingeniería, antropología y biología.

Con la distancia del tiempo, no nos cabe duda que fue una mujer adelantada a su época, visionaria, luchó con los prejuicios del tiempo en que vivió, aunque con pesar debemos decir que algunos de ellos, aún se mantienen.

De su relación con el Dr.  Giuseppe Montesano, tuvo a su hijo Mario, maternidad que enfrentó sola , teniendo que entregar a su hijo, pero lo siguió viendo siempre y solo cuando él cumplió 12 años, pudo confesarle que ella era su madre.

Su trabajo, al comienzo fue con niños y niñas que tenían necesidades diferentes, lo cual la marcaría por siempre. Con el propósito de prepararse, estudio muchísimo, los trabajos del pedagogo suizo Johann Pestalozzi y de los médicos franceses, Jean Itard y Éduard Ségun.

Así fue construyendo su método, basado en la observación científica, la experimentación sensorial, y por supuesto la preparación del adulto (guía)

El 6 de enero de 1907 el ingeniero Eduardo Tálamo inauguró la primera Casa dei Bambini en el barrio de San Lorenzo, en Roma,  proponiéndole  a ella dirigirla. Se trató de un proyecto social dirigido a niños y niñas de tres a seis años de edad, tod@s provenientes de familias humildes.

En este espacio ella intencionó fuertemente generar un ambiente que diera dignidad a los niños y niñas, dió gran importancia a la higiene, una de las razones por las que surge el área de Vida Práctica, área maravillosa que respeta las diversas culturas, dando la oportunidad a niños y niñas de ejercitar en el goce, la autonomía, la concentración, atención y el orden, entre otros muchos propósitos.

En 1909  se publica “El método de la pedagogía científica aplicado a la educación de la infancia”, paralelamente comienza a dar cursos para preparar Guías y esta Pedagogía comienza a hacerse conocida fuera de Italia.

Mucho sucedió en su vida, comenzó a viajar, se relacionó con personas que al igual que ella dejaron una huella en el mundo. Lamentablemente comienza la primera Guerra Mundial y tras diversos conflictos, se ve enfrentada al régimen fascista de Mussolini, lo que finalmente la hizo abandonar Italia, a los 63 años de edad y vivir el exilio en Cataluña, mientras las escuelas Montessori fueron cerradas.

En 1936 va a vivir a Amsterdam. Con su hijo Mario viaja a la India en 1939, estando ahí estalla la segunda Guerra Mundial, en este país se relaciona con la Sociedad Teosófica, donde encuentra una base espiritual,  dando origen a su idea de Educar para la Paz. También comienza a desarrollar el concepto de Educación Cósmica, que es la base del currículo de Taller (educ. básica)

Finalmente en 1947 puede regresar a Italia, cuando ya tenía 77 años, es recibida con honores. Vuelve a abrir La casa de niños. Ese mismo año vuelve a viajar a la India y comienza a elaborar su teoría, que da origen al libro La mente absorbente.

Entre sus 79 y 82 años, es nominada tres veces al Premio Nobel de la Paz, nunca le fue concedido.

María Montessori trabajó hasta sus últimos días en pro de la infancia y un  mundo mejor. Siempre se le vio comprometida en  la defensa de las condiciones sociales de las mujeres y niños, participó en congresos feministas, algo muy revolucionario en su época y  en sus intervenciones en pro de la infancia, pidió la reforma legal sobre el trabajo infantil.

Falleció a sus 82 años en Holanda, dejándonos un legado, más vigente que nunca.

El epitafio que se encuentra en su tumba  dice: “Ruego a los queridos niños que todo lo pueden, se unan a mí para la construcción de la paz entre los hombres y el mundo”.